Una historia que inicio con una crisis de ventas en los principios del siglo 21. Esté hotel formaba parte de un grupo hotelero. Sus directivos insistentes en clasificar a este hotel en sus categorías internacionales, alcanzaban en sus reportes de ventas la sorprendente ocupación del 18 % al 25%. Entre juntas de Consejeros y Directivos las justificaciones se convertían en un festival de egos. Por alguna razón semanas más tarde, tuvimos en la agencia un encuentro con el dueño de este hotel y después de algunos minutos de charla amena y de liberación del estrés, tuvimos la oportunidad de ayudar al Hotel y contribuir con sus directivos para convertirlo en “Paraíso de la Bonita”, el hotel “Más Romántico de la Riviera Maya”. Esta marca nos sirvió para probar nuestros primeros pasos hacia la Experientología. Integramos emociones alrededor del producto: recepción del huésped en el Aeropuerto con camionetas de lujo, ritual de bienvenida en recepción, reducción de tiempos del check in, experiencias en la habitación, nombre y concepto en habitaciones, amenidaes de aliados de lujo para baños, ropería de blancos de lujo, concepto gastronómico basado en la comida de autor llamada la comida de los soles del chef fabris, experiencias de spa con el primer thalasso terapia con técnicas mayas, una reinterpretación de los deportes y actividades acuáticas, mejora del nivel de servicio y calidad de atención, y un sin fin de detalles de los anfitriones hacia el huésped para crear historias de viaje. Un hotel memorable, emblemático y un icono de México ante el mundo.