Una historia difícil porque llegó en una época de crisis nacional. Abril de 2009, influenza y crisis mundial de la construcción y la banca global. Esta cadena hotelera tenía 8 hoteles y era una marca descuidada, maltratada, nada sofisticada, empírica, hasta un tanto artesanal y dirigida por la vieja guardia. Entre el lanzamiento de una campaña de verano con los Simsons, nos dimos a la tarea de edificar una de las estrategias de experientologia más compleja y completa que hayamos creado. Revitalizamos el logotipo institucional, creamos una nueva arquitectura de marcas para cada uno de los hoteles. Y empezamos a cambiar la imagen de esta cadena. Casi a la par, trabajamos en el desarrollo de las primeras estrategias de experientologia de producto.

Con el pretexto de convertir el slogan El Arte de la Hospitalidad Mexicana en una cultura de empresa, nos dinos a la tarea de crear experiencias en cada hotel, con el fin de hacer un homenaje a cada destino y a cada hotel donde esta marca estuviera. Era algo grandiosos porque hacíamos exaltar las bellezas de nuestro país desde la cultura, el arte, la artesanía, la gastronomía, hasta el destino mismo y sobre todo lo que el hotel tenía preparado para que el huésped sintiera los sabores, colores, texturas y emociones del México tradicional, colonia y el más emblemático. Así pasaron casi 6 años y esta marca con conceptos nuevos de promoción del turismo como Puebleando con Misión, se apropió de un modelo y marca poderoso y difícil de olvidar. 49 hoteles en el 2014 y un incremento en facturación y en la cantidad de huéspedes fue el resultado junto con una marca renovada, posicionada como la más mexicana y con grandes experiencias por vivir.